Fuera de campo (2 de 10) - Fernando Zaparín Hernández

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  • Corte. Establecimiento del fuera de campo

Los procesos de selección visual y posterior despiece narrativo implican segmentar la realidad. Como no podemos abarcar la continuidad de lo real, con la elipsis de la re-presentación elegimos el mínimo número de fragmentos que permitan reconstruir una historia pero sin que esta pierda su sentido. Hay en nuestro discurso mental una necesidad de ir por partes, una división anterior al corte físico típico del medio6. En los álbumes, el establecimiento de un marco o ventana es el acto fundacional por el que la representación elige las porciones significativas y las enfrenta con las desechadas. Consiste en un corte con su posterior montaje, bien al crear la página con el marco (montaje interno) o bien al secuenciar varias páginas (montaje externo)7. Así se genera inmediatamente el campo de la porción seleccionada, que a su vez deja en fuera de campo todo lo demás.

Esta acción, inicialmente espacial y paradójica, va más allá de la mera segregación escénica, y consigue efectos subjetivos, temporales y narrativos, como queda claro en una página de Voces en el parque cuyo marco incluye a Carlos que mira más allá del borde izquierdo, donde se adivina una futura amiga ahora sólo reconocible por algunas porciones de ropa. Muchas páginas después esa amiga (Mancha) seguirá fuera de campo pero su presencia se hará elocuente porque veremos con sus ojos el ángulo inverso de la escena anterior.

6 Cfr. VIRILIO Paul, “La Arquitectura improbable” en revista El Croquis nº 91, 1998, pag. 9. Si el espacio en el cine se desglosa mediante el corte y posterior montaje de los distintos planos, en la arquitectura el espacio se desglosa mediante líneas y superficies, como se ha recordado antes, al hablar de la importancia de las aristas. En el cómic la discontinuidad se resuelve mediante el espacio en blanco que hay entre las viñetas. 7 Cfr. SÁNCHEZ-BIOSCA Vicente, El montaje cinematográfico, Paidós, Barcelona 1996

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