Fuera de campo (1 de 10) - Fernando Zaparín Hernández

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Fuera de campo: la importancia del espacio en blanco Fernando Zaparaín Hernández
(Este texto base fue redactado en mayo-junio de 2007 con vistas a realizar una presentación oral de quince minutos que tuvo lugar en Barcelona, en el Simposio internacional 2007 dedicado al álbum ilustrado.)

Tres dobles páginas consecutivas de Historia sin fin de Iela Mari pueden servir para entender cómo los álbumes ilustrados se constituyen, en primer término, con texto e imagen en forma de enunciación secuencial representada. Pero además, se hacen con la elipsis gráfica: aquello relacionado con la enunciación, que la representación elude (1) por el carácter selectivo del marco y (2) por la discontinuidad entre imágenes necesaria para la seriación. El fuera de campo es una elipsis espacial que excluye una porción escénica (personajes, decorado, sonido o atmósfera) significativa para la historia1. En sentido estricto, toda la realidad no encuadrada quedaría en fuera de campo respecto a lo elegido, pero aquí sólo interesa la ocultación de aquello conocido o conocible que puede tener relación con el relato. Por eso sería más preciso hablar de un proceso de metonimia en cuanto representación del todo con una parte, ya que en el fuera de campo, no se usa el vacío en sí mismo, sino en su relación con lo seleccionado. Además de constatar la economía de medios evidente en toda selección, se intentará definir el fuera de campo, comprobar cómo se establece y determinar en qué condiciones tiene mayor fecundidad narrativa.

  • Vacío y connotación. Definición del fuera de campo

La capacidad del vacío para tensionar y constituir el objeto plástico fue teorizada por Heidegger en la pequeña conferencia de 1969 titulada “El arte y el espacio” (“Die Kunst und der Raum”)2. Ahí retomó el concepto aristotélico del espacio como lugar, generado por la relación entre las formas (un tema ya experimentado por el cubismo), frente al espacio previo platónico y luego cartesiano en el que las cosas se sitúan3. Recordó que espacio significa espaciar, abrir un claro en el bosque para poder habitar, generar un vacío donde tengan lugar las relaciones. Subrayó que es la carencia4 la que paradójicamente permite que algo sea posible allí, la que da cuenta de lo que falta y lo que hay, de las tensiones entre las cosas, igual que un puente evoca la otra orilla aunque no se pase a ella. Estas reflexiones pueden aplicarse al fuera de campo propio de la narración visual porque esa ausencia escénica genera expectativas y como representación parcial invita al avance diegético, igual que la niña de El canto de las ballenas anuncia horizontes infinitos de aventura cuando mira más allá de la página.

Por otro lado, el vacío y la carencia se dan en la imagen por su propia constitución. Como desveló Barthes5, la imagen es bastante precisa en su denotación de una realidad, al funcionar como análogon de esta. Pero al mismo tiempo la imagen es parcial e imprecisa porque puede ser leída de muchas formas (polisemia) o porque puede haber muchos signos para reflejar una misma realidad (metáfora). Por eso, para asegurar la narración no basta la secuencia de imágenes, y se necesita un texto, al menos implícito, que acote la interpretación.

Así que los álbumes trabajan en ese límite entre la polisemia que hace sugerente la imagen y la connotación que esta recibe del contexto en el que se inserta y del texto que la acompaña. La elipsis y con ella el fuera de campo, pretenden reducir al máximo los datos para dejar espacio al lector, pero sin llegar a privarle de la información mínima necesaria para que la historia funcione. Las ausencias, al acentuar la expectativa, empujan hacia delante el relato.

1 Cfr. GÓMEZ TARÍN, Francisco Javier, Lo ausente como discurso. Elipsis y fuera de campo en el texto cinematográfico (tesis doctoral), Servicio de Publicaciones Universidad de Valencia, Valencia 2003. 2 Cfr. HEIDEGGER Martin, “El Arte y el Espacio” (1969) en revista Eco tomo 122, Bogotá 1970, pag. 113-120 3 Cfr. VAN DE VEN Cornelis, El espacio en arquitectura, Cátedra, Madrid 1981. 4 BONITZER Pascal, “Hors-champ (un espace en défault)”, en revista Cahiers du cinéma, num 234-235, 1972. “La imagen cinematográfica está perseguida por lo que no se encuentra en ella. Contrariamente a la idea transmitida, la imagen fílmica no es la huella y el depósito definitivo de una realidad única: afectada de una carencia, trabaja (es el relao quien la hace trabajar), surcada por lo que no se encuentra en ella.” 5 Cfr. BARTHES Roland, La chambre claire. Note sur la photographie, Cahiers du Cinéma / Gallimard / Seuil, Paris 1980, La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía, Paidós, Barcelona 1999 y La Torre Eiffel. Textos sobre la imagen, Paidós, Barcelona 2001.

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