II- Réquiem para el hombre de barro .Juan Pablo Ringelheim

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“El hombre de barro se deshará con el terror del universo contenido en un grano de arena, quebrándose en el Sahara”. La profecía de André Breton se cumple en silencio. No hay alarmas que anuncien la metamorfosis. Y sin embargo, la evolución se produce en un clima de terror. No podría ser de otro modo. Se trata de abandonar un cuerpo, una antigua morada, y sufrir una mudanza.
El Ambulocetus sintió primero cómo sus patas se quebraban lentamente, y caían polvorizadas en la arena. Luego, casi ahogado en la orilla, sintió cómo se cortaba su piel y crecía una aleta caudal. Al fin se sumergió en el mar, siendo ahora una ballena. Tales cambios no se viven sin dolor: hasta el día de hoy puede escucharse el lamento del Ambulocetus en el canto de las ballenas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Silencio inaugural

Lamento vuelto canto,
Animalidad trasvestida de hombre,
Pie desnudo hablando en la piedra…
Mudez de lo pasado diciendo en silencio
Silencios que inauguran mundos.

Con cariño, Andrea.