Siempre que escribo - que es mi forma de crear-, descubro, o quizá inauguro, algo de mí, de mí o de todos, como si el saber, el entender e incluso el obrar, no fuesen la inmediata relación que puedo establecer con mi ser o con mi nada como si el crear me enseñara también con mi ser o con mi nada; como si el crear me enseñara también eso: que crear es más originario que saber, mas abismal que comprender, más definitivo que actuar.
[...] en y con el acto creador volvemos a revivir el evento más originario y revelador que cada uno de nosotros vivió: el haber nacido, el instante sin sombra ni memoria en que sin estar nos recibimos, el instante creador que al recibirlo nos hizo comenzar a ser.
Hace 11 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario