LA PALABRA VIVA
Muro en vez de boca, cal en vez de lengua. Boca en vez de muro, lengua en vez de cal. Un ímpetu, un color, una mancha, una señal escrita, un círculo de tierra, una cosa viva. ¡Tantos astros de arena, tantos rostros de piedra! Y el cielo extenso, redondo, completo, los bultos vivos, ligeros, matinales. Ritmo, crecimiento, inundación. Por todas partes el silencioso calor de un animal aéreo. El mundo se encendió con sus árboles transparentes. Todo es fácil, todo es fluido. Suavemente vacío, en la desnudez intacta, el cuerpo escribe con la espuma del aire.
António Ramos Rosa (De Clareiras, 1986)
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