CRONISTA: LAURA SOTO

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Se deberá asentar la realidad en el fondo del zapato Así lo definió la ministra de la memoria. Aseguró también : “No poseemos más que nuestras propias sensaciones” Finalmente se confirmaron los rumores: se le ha encargado al zapatero Don Cipriano la confección de un par de zapatos capaces de albergar a la memoria. Estupor y nuevos cuestionamientos son inminentes Patagonia. Argentina- Los desprevenidos habitante de Cipolletti se han despertado hoy con una nueva ocurrencia de su ajetreada Ministra de la Memoria, recientemente llegada de las tierras de Camisius en The End. No conforme con los resultados de sus últimas medidas tendientes a recaudar un mayor número de adhesiones a sus particulares proyectos, ha lanzado ahora sus propuestas, que a más de uno le han caído como balde de agua fría. Se trata de la confección de zapatos capaces de dar cuenta de la memoria de sus portadores y su tiempo. Su descabellada idea ha sido anunciada sin mayores preámbulos a un público expectante y silencioso, acostumbrado a sus despropósitos. Nadie llega a comprender qué pretende con estas medidas, pero todos han emitido ya sus impresiones. Se escuchó: “¿Por qué mejor no dejamos las cosas como están y miramos hacia adelante? ¿De qué nos sirve recordar? Y también: “No tiene mejores ideas para poner en práctica. Claramente se vislumbra que está próxima su renuncia” El distinguido profesor Hemeritus fue un poco más allá: “Con estas medidas no hacemos más que resquebrajar el statu quo. Deberíamos cuidarnos de quienes pretenden, sin justificación y con una visión cortoplacista, empeñar el futuro de nuestra sociedad” Por su parte la Ministra no tardó en defenderse: “La vida es para nosotros como la concebimos”, dijo rayando en el delirio. Agregó: “En la medida que logremos dar cuenta de cómo el amor, la injusticia, la alegría y la muerte nos han amoldado y cincelado, seremos capaces de entender por qué nos pasa lo que nos pasa, por qué el pasado vuelve hecho plantilla de berenjenas y diamantes”. La Ministra no tubo contemplaciones ni le tembló el pulso a la hora de firmar los decretos. Miró al público intentando enternecer la mirada, le fue imposible ser exitosa en esta maniobra, y finalmente, en una actitud que habla de su sinrazón y su oportunismo volvió a la carga: “En nuestras sensaciones, aquellas que nos son propias, debemos asentar el tesoro de la memoria. Nosotros y nuestros hijos agradecerán esta puesta en marcha”. Para complicar aún más las cosas, desde el fondo de Siberia llegó la confirmación de que el italiano Don Cipriano está evaluando positivamente la insensata propuesta. La pregunta que deben hacerse los lectores es: ¿Logrará la acalorada Ministra imponer estas medidas? La Bolsa nos dará mañana su respuesta.

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