Carta a Calzá Podos por M.Benicia Costa Paz

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Estimado señor Especialista en calzados originales y afines: Don Calzá Podos Me dirijo a usted por recomendación del hada de las realizaciones complejas. Me gustaría comentarle en primera instancia que, al verlo en la zapatería de su propiedad, tuve un repentino deseo de huir de su presencia. Pero, pensando que era el único especialista en la zona, di en observar tanto sus orejas, como su mirada y concluí, con cierta sorpresa, que me encontraba ante una oreja paciente y una mirada aguda, como de águilaobsesiva. Ambas percepciones cambiaron radicalmente el sentimiento inicial que me embargaba, razón por la cual le expongo sin más mi pedido. Usted se encuentra ante un pie intervenido, como mencioné más arriba, por esa hada particular, (a la cual recurro frecuentemente), ya que mi vida no ha sido fácil y he podido enfrentarla dado que cuento con esa magia que me permite trasladarme a zonas luminosas y volátiles donde resolver los problemas mas variados. Para el viaje que mi vida me propone, requiero de unos zapatos especiales que deberían estar confeccionados con plata 900, pero no el material en bruto sino en forma de finísimos hilos tejidos en una malla leve pero fuerte a la vez. Similares, le diría, a los hilos aparentemente inútiles de las chauchas, cuyas propiedades han permanecido ocultas por lo menos para la mayoría de los mortales. Esta aleación produce un leve tintineo, un tenue repicar de campanitas que despiertan a melodías íntimas solo percibidas en la plenitud del silencio, siempre y cuando el zapato me ciña como anillo al dedo. La vocación de este calzado desde ahora denominado guante, por su calce perfecto, es adherirse totalmente a los pies, pasar desapercibido tanto visualmente como desde el punto de vista de la sensación de estar a pie desnudo. El bailarín no tendrá la sensación de tener el zapato puesto(a veces tan incómodo) sino que además el zapato le hará volar prácticamente al son de la música. De la aceptación del destino último del zapato y de la convicción de que este camino se recorre “con los otros”, nacen las sensaciones, sentimientos y pensamientos que nos permiten enfrentar la vida y la muerte con serenidad y confianza. Éste y no otro es el destino del zapato-guante. Para su mejor comprensión le diría que el objeto requerido tiene mucho de vegetal en el sentido de su brillo, sobretodo en la puntera (berenjena); de su extremada flexibilidad, producto del agua que contiene en los zapallitos de tronco. Esto le confiere una humedad al tejido que le permite extenderse a límites increíbles, condiciones imprescindibles para la danza, la danza universal que tarde o temprano tenemos que danzar al compás de la música cósmica. También tiene la dureza y rigidez de la zanahoria que lo hace invulnerable ante los avatares climáticos y de otros tipos, elemento de gran importancia para la imperceptible suela de estos zapatos mágicos. De poder concretarse el proyecto del zapato-guante, deberíamos volver a hablar sobre la cantidad a fabricar, no determinada aún, de números pares e impares a encargar. Dado que se ha comprobado, recientemente, que existe una cantidad creciente de bailarines que con un solo zapato pueden realizar maravillas. Los beneficiarios de este modelo serán todas las personas que conciban la idea de que un pie bien puede calzar un guante y ver la mayor prestancia, celeridad y agarre que este cambio puede producir tanto en los pas-de-deux o de trois. Como se prevé que solo un 30 % de la población los requerirá, inicialmente, la producción del mismo será escalonada de acuerdo a datos fehacientes producidos por el ex.dec.(in-dec) El suelo se considera irrelevante dado que la danza se realiza en una dimensión graciosa que escasamente pone los pies sobre la tierra. Dado su material constitutivo la luminosidad será intermitente, brillante pero no enceguecedora. Añadiendo además del tintineo casi imperceptible ya mencionado unos brillitos que permitirán a los bailarines sentirse danzando en el cielo. Esperando una respuesta positiva, lo saludo a usted muy atentamente

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