Carta a DONK OBI ( El Zapatero) por Nancy Fuentes

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BIENAVENTURADOS ANGELES: FAVOR DE ELEVAR ESTA MISIVA QUE MI ENERGÍA LES DICTA AL HACEDOR DE UTOPÍAS, QUE POR ESTOS DÍAS MORA EN LA TIERRA DE LA DIVERSIDAD JUNTO A LA CAVERNA DE LOS DIOSES. SABRÉ RECOMPENSARLOS CON UN SUEÑO CUMPLIDO A VUESTRO REGRESO. EL ALMA DEL ZAPATO Consagradísimo Donk Obi: Puesto que Ud es de otro mundo y conoce mi etérea y esquiva naturaleza, me animo a sumergirlo en esta tormenta a fin de que me ayude a llegar a la orilla de mis necesidades, no sin antes explorar sus profundidades. Me urge abordar el mundo de la materia a causa de haber sido invitado al Gran Baile de la Fertilidad. La criatura en que se ha convertido mi ansia me devora, así es que ya mismo procedo a sembrar en su fértil imaginación los detalles de mi solicitud , que apela a sus dones más sagrados y universales con todo respeto y veneración. La danza que he creado viajará a paso de hombre por todos los territorios estériles que el Ser de la Secultura ha habitado y por ende… despojado. Por ello es que al crearme, piense en que la superficie que hará contacto con el suelo debe ser blanda y contener semillas de persistente latido y débiles garras, para poder desprenderse a medida que la melodía que me acompañará vaya dejando sus sutiles atuendos sobre la casi fosilizada tierra. Deberá ser la capellada capaz de albergar lagos aparentemente quietos que a lo largo del periplo se tornarán en ríos ávidos de derramar su cuerpo en el suelo incierto y moribundo, a fin de henchir el verde y abrillantar el estimulante rojo de la pulpa. Voluptuosidades de la fertilidad.. si las hay… No vendría mal una delicada hebilla de rocío para atraer a las Aves de la Frondosidad con el noble propósito de poblar los árboles que quedaron boqueando y desprendiendo sus escamas en un estertor de rama retorcida queriendo alcanzar las masas de calcio efímero dispersas a su alrededor, hoy ya polvo. Nado hacia la orilla un momento para hacer un paréntesis y decirle que danzaré solo, es decir… sin nadie que me habite. Sólo me acompañará mi par y los rastros que iré abandonando pero que me seguirán hasta todos los horizontes a los que mi danza y la nobleza de los materiales que Ud escoja puedan llegar. Por último, no he pensado en sujeciones ni ruidosos tacos, pues deseo viajar ligero y sintiendo el sólo golpe de mi carne contra la del Planeta. Sin más, me despido con la humildad de quien se sabe en manos de la Gracia y de sus Saberes para emprender tamaña empresa. Si acepta concederme este pedido, nos veremos en sus manos. El Alma de un Esperanzado Zapato.

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