Espacio de Juego

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María Alicia Favot: "edades" acrílico sobre tela (1.00x1.00)

Espacio de juego

(Espacio habitado)

“La imaginación no es otra cosa que el sujeto transportado dentro de las cosas. Toda materia imaginada, toda materia meditada es inmediatamente la imagen de la intimidad. Las imágenes de la forma y del color pueden muy bien ser sensaciones transformadas”

Gastón Bachelard “La tierra y las ensoñaciones del reposo”

El espacio de juego rebasa al campo de juego pues incluye lugares circundantes. El campo de juego –espacio pactado- puede ser el cuerpo, el aire, el suelo, el jardín, el parque, el papel, la imaginación, un lienzo. Jugar es también articular un diálogo entre campo, límite y margen.

Para algunos, un margen no logra instalarse como señal y les es necesario limitar (a modo de fin, de separación) el campo para que pueda reconocerse como espacio lúdico. Para otros, la sola presencia de un margen es una invitación a transgredirlo; no para ignorar la prohibición, sino para ponerlo o ponerse a prueba.

El margen, el que acaso nos ponga a prueba en esta oportunidad, será la obra de María Alicia Favot. A partir de la pintura, se podrá crear un campo lúdico dentro de la tela o fuera de ella: en el jardín, en el parque o allí donde un columpio o una hamaca lo permitan. En este juego el lienzo no será límite, será bisagra que separará uniendo. Articulará el pensamiento que la obra sugiere con el sentimiento que nazca del movimiento lúdico.

En “edades” (acrílico sobre lienzo de 1.00 x 1.00), María Alicia expresa la reconstrucción de fragmentos de sus emociones pasadas. Los recupera a partir de ecos de la historiografía personal. En algunos rincones de la obra, ella entra y sale (cree que) victoriosa de las trampas que la memoria instala. Comenta que a veces un mismo sentimiento -como el de “hamacarse”- es recurrente, sin embargo intenta (en las formas de expresarlo) renovar ese sentimiento cada vez y sin demoras.

Para María Alicia, los sentimientos nuevos también buscan formas seguras y atractivas donde refugiarse, no obstante lo cual ella resiste la tentación de dejarlos instalarse en lugares seguros. El objetivo es habilitarlos y darles esa posibilidad de nacer, y ello no se logra desde la distracción que demanda lo seguro.

¿Qué juego propone entonces? ¿Será encontrar en una hamaca -como espacio que acuna y mece- o en un columpio -como vuelo pendular – el juego de las fuerzas que nos hace humanos? ¿Será encontrar en el movimiento libre o en el acurrucar, el juego de la libertad y el de la protección siempre renovados? ¿Será el juego del movimiento repetido, aprendido, el volver a empezar varias veces hasta que se encuentre la ruptura de lo dado, el que da lugar a lo naciente?

María Alicia genera estas y otras preguntas en el constante acto de pintar. No hay cansancio ni fatiga en esta tarea. El trabajo de la pintura le quita “otras” fatigas como juego que juega pintando. Como juego que nos propone jugar: relacionando.

Texto: Mirta Eberhardt ( Publicado en la revista Maipué- Sección Arte)

1 comentario:

Mandy dijo...

Hola!!! Sencillamente doble encanto
el texto escrito y el plastico.Felicitaciones a ambas.
Gracias Mirta. Siempre un lujo,un placer.