Olga Malaver

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Fotografía: Guilano S.
NO ES UN JARDÍN ZEN Solamente dispongo de dos metros cuadrados de hospitalidad para que bullan las hojas con un ardor nuevo y unas cualidades de lo sensible allí no tengo plantas domesticadas y hago un gran esfuerzo para que mi cerebro no les secrete orden ahora que se juzga sobre objetos y no sobre significados busco relaciones con la jungla con la maraña así sea a breve escala son transformaciones simples paneles solares mínimos elevados a veinte centímetros de sus raíces concepción de figuras espaciales llenas de gozo y brillantes de juventud para mi corazón esa pequeña fronda es una camada de criaturas zumbando en consumación de su alumbramiento Algo felizmente cae: lo arrojó un pájaro es una afirmación de vida es una expectativa en un cuenco oscuro es un erotismo enlazado con la tierra no es un jardín Zen carece del símbolo purificador de los lotos de la arena virgen blanquecina y de una roca para reconvertir la distancia del sol con los planetas mi jardín no es para meditar es para experimentar la emoción hasta el sobresalto y contemplar mi verdor salvaje encajado entre piedras talladas es emitir una amistad que el cosmos me devuelve.

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