Los sonidos del espacio, los espacios del sonido

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El grito- Edvard Munch
“El espacio es invadido, entero, por el rumor; nosotros nos llenamos, enteros, del mismo rumor” Michel Serres (1982:32)

Sonotopoi: los sonidos del espacio, los espacios del sonido.

En muchas ocasiones un sonido llena de tal manera un espacio que todos los elementos de ese espacio se convierten de repente en ese sonido. Una cama, por ejemplo, hecha de ojos en sueños, de cuerpo en reposo y de pies descalzos, si se llena del sonido de un despertador, se convierte en un espacio-despertador completo, en el que el cuerpo, los ojos, las manos y la misma cama son todo alarma de despertador hasta que cese su estrépito. También podríamos contarlo al revés: en muchas ocasiones un espacio llena de tal manera un sonido que pasa que todos los elementos de ese sonido se convierten de repente en ese espacio. Un repiqueteo agudo e insistente, por ejemplo, hecho de dos pequeñas campanas que reciban rápidos y constantes golpes mecánicos de un pequeño badajo conectado a un reloj, si se rodea de dormitorio, de una cama y dos cuerpos en reposo amaneciendo, se convierte en un espacio-despertador completo, en el que el sonido se convierte en una alarma para despertarse, los cuerpos son cuerpos oyendo un despertador y despertando y el dormitorio completo es todo espacio-despertador o espacio que despierta. Dicho de otra manera aún: en ocasiones, el sonido y el espacio establecen tal relación de mutua expresión (se expresan juntos) y de mutua comprensión (se comprenden juntos) que componen algo que merece un análisis particular e incluso un nombre nuevo. Puede pasar que un himno, el pasillo del metro, un ronquido, un campo de fútbol o la lectura de un manifiesto se conviertan en todo sonido y todo espacio a la vez, curvados en sí mismos y en mutua composición. Son entonces espacios compuestos de (que componen) sonido y sonidos compuestos de (que componen) espacio. Son sonotopoi, en el sentido literal de la palabra (sonidos/espacio-lugares-): son lo uno y lo otro, indiferenciadamente, y ya no son ni lo uno ni lo otro, sino algo que es diferente a ambos y que tiene un comportamiento propio. Son composiciones sonotópicas, en las que el sonido y el espacio establecen una relación de enunciación de sí mismos y crean composiciones que inauguran formas de acontecer de la vida cotidiana. Entendido que un sonido siempre forma parte de un espacio, y que un espacio es siempre de alguna manera sonoro, el análisis sonotópico puede iniciarse desde cualquier escenario o premisa. Podemos analizar, por ejemplo, qué tipo de composición sonotópica crea tal o cual plaza de noche, la sala de espera de una pensión en verano, una manifestación por los derechos de la música en vivo o el bar de la esquina sin su parroquiano habitual. También podemos preguntarnos qué tipo de composición sonotópica crea el sonido de un disparo al aire en la disuasión de una marcha, el de una rúa de carnaval con sonriente alcalde incluido, o el del lloro de un bebé en la visita guiada de la capilla sixtina. GARCIA, N (2005) "Alarmas y sirenas: sonotopías de la conmoción cotidiana", en VV. AA. Espais sonors, tecnopolítica i vida quotidiana. Aproximacions per a una antropologia sonora., Barcelona: Quaderns-e de l'ICA, num 5 (2005).

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