Territorios de locura y poder ANA DE MATOS

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Bajo el título "Territorios de locura y poder " he agrupado tres instalaciones: Territorios de luz, Territorios de paz y Territorios de guerra, realizadas en el transcurso de algo más de dos años y que han estado influidas por los viajes que realicé a Moscú durante ese tiempo. He utilizado las tiaras y coronas en representación de los totalitarismos. Las he estampado repitiéndolas hasta desposeerlas de su tradicional connotación, con la idea de la locura como único territorio posible.

  • Territorios de luz

Los personajes son tratados como iconos. Permanecen las perlas, los brillantes, sus coronas. Reconocemos los ropajes que distinguían y diferenciaban su personalidad. Las reinas han perdido su rostro. He recortado sus cabezas y sus huecos son de terciopelo negro. Esta ausencia insiste en el reconocimiento de su poder por derecho divino. En una habitación oscura los candiles iluminan sus historias. Sugiero imaginar nuestros propias caras, las de amigos, las de gente corriente. Y recordar cómo nos disfrazamos de princesas en las bodas, comuniones... reafirmando una y otra vez el estereotipo "como una princesa", “te trataré como a una reina”… cuando en realidad la identidad de la mujer abarca una lucha por la libertad en todos los órdenes.


  • Territorios de paz


En los territorios de paz los reyes están muertos. Si las coronas son guardadas sobre preciosísimos cojines de terciopelos bordados en oro antes de pasar a las cabezas de los monarcas, ahora son sólo imágenes grabadas en la propia tela, no son tangibles. Las cruces que rematan esta imagen insisten en su poder y en las alianzas sagradas. El Rey, la Reina, la Princesa, el Príncipe, el Bufón representan el desorden, el sueño de poder que transforma la realidad humana. Insisten en el viejo concepto de poder. Coloco sobre la frase que gira alrededor de los cojines “Larga vida al rey” -ya muerto- otros signos del totalitarismo: la calavera de las SS, la hoz y el martillo comunista que recuerdan las guerras. Domestico la idea de paz en mi mente.

  • Territorios de guerra


Donde el poder proviene de la guerra y las dinastías marcan sus territorios. Las banderas llevan impresas en su anverso algunas de las coronas de las tumbas reales que encontré en la cripta de Sankt Michael, en Munich. En su reverso una pequeña coronita de princesa para la ceremonia de boda de la dinastía más antigua, la de los Romanov. Y bajo ella frases conocidas, ahora sin firma, que un dictador, un rey o un loco usa sin distinción. Hablan de las garantías que ofrecen de libertad, el orden, de paz. Están bordadas como hacían las princesas y las reinas para garantizar un buen embarazo y mejor llegada al mundo, de la continuidad. Están bordadas con un punto sencillo, de cadenita, el punto que usan los locos, laborioso y fácil, para no pensar.


Ana De Matos. Licenciada en Bellas Artes (Dpto. de Escultura). Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (1991), Doctora en Bellas Artes (Dpto. de Escultura). Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (1992), Graduada en Cerámica. Escuela Oficial de Cerámica de Madrid. Ha obtenido los siguientes premios y becas: Premio Villa de Madrid 2003 , Lucio Muñoz, Madrid; Mención de honor Premio Carmen Arozena 2003, La Palma; Beca de creación y experimentación Pilar Juncosa 2003, Fundación Miró de Palma de Mallorca; X Premios Nacionales MGEC. Premio Fundación Pilar Banús, Málaga, 2002; Mención honorífica, X Premio Nacional de Grabado de la Calcográfia Nacional, Madrid, 2002; Primer premio de la XVII Biennal d’Eivissa, Museo de Arte contemporaneo de Ibiza, Baleares, 2002; Bourse de séjour, Casa de Velazquez, Madrid, 2001; Premio ESTAMPA ‘ 99 – Graphikpreis der Artothek – Madrid-Viena, 1999; Primer Premio de Pintura. Certamen de Artes Plásticas, Patronato de Cultura do Concello de Lugo, 1998; Mención de Honor en Pintura. I Certame de Artes Plásticas, Patronato de Cultura do Concello de Lugo, 1993; Beca de Grabado y litografía. Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, 1993; Beca de pintura otorgada por el Excmo. Ayuntamiento de O Barco de Valdeorras, Orense, 1992; Ayuda de Investigación en el extranjero, Edimburgo, (Reino Unido), 1990; Ayuda de Investigación en el extranjero Sheffield, (Reino Unido), 1998; Premio Nacional OLIO-FIAT, Madrid, 1988; Beca de Investigación para España (PLAN DE FORMACION DEL PERSONAL INVESTIGADOR -SUBPROGRAMA GENERAL-) otorgada por Resolución de la Dirección General de Investigación Científica y Técnica, Ministerio de Cultura, 1988."Territorios de locura y poder " ha sido presentada en la Fundación Pilar i Joan Miró en Mallorca entre los meses de junio y septiembre de 2005. A partir de marzo de 2006 será exhibida en la Sala dàrt Josep Bages, Torre Muntadas, Prat de Llobregat, Barcelona.




Luces y sombras del poder y la locura - Por Pilar Parcerisas, crítico de arte.
El mundo es el lugar del devenir, el lugar temporal donde las cosas suceden, oscilan entre el ser y la nada y donde nace la voluntad de poder, de dominarlas y de arrebatarlas del ser y la nada y arrojarlas de nuevo al ser y la nada. Nos lo recuerda Emanuele Severino cuando plantea la locura extrema de nuestra civilización unida al abandono de la verdad, a la muerte de la filosofía y a la guerra como mal de nuestra cultura, sobre la que se ha construido Occidente. La guerra como locura que implica la destrucción del hombre, pero sobre todo la guerra como error que contiene la negación de la verdad y que lleva al ocaso al alma occidental. “Todas las cosas se generan conforme a contienda”, decía Platón parafraseando la frase de Heráclito: “La guerra es la madre de todas las cosas”. Desde los griegos, se empieza a nacer, a morir y a hacer la guerra. Hay una conciencia histórica del devenir en el marco de la “res publica”, de la “Polis”, en el que compartimos que las cosas salen y retornan a la nada, que la cosa [ente] es nada [niente] y ahí reside la locura extrema, esa locura esencial que, según Severino, “rige la historia de Occidente” y que es “el sentido originario de lo que llamamos “guerra”: “El sentido que la civilización occidental confiere al ser-cosa de las cosas es el sentido originario de la guerra en cuanto evento de Occidente”. Y como tal, también rige la paz.
Continúa...http://enfocarte.com/6.27/dematos1.html

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